“CONSIDERANDO: Que el Gobierno de la República del Perú está llevando a cabo una política neoliberal que perjudica profundamente al pueblo peruano, siendo muestra de ello los decretos legislativos 1020, 1064, 1081, 1089 y 1090, emitidos en el marco del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América, con visos a privatizar la Amazonía; Que los pueblos y movimientos indígenas de América se mantienen en la resistencia cultural y política frente a más de cinco siglos de persecución y exterminio;
Que la resistencia de los pueblos y movimientos indígenas se complementa con el carácter participatorio y protagónico y el espíritu emancipador que hoy sacude los espacios geográficos de este Continente.
ACUERDA: PRIMERO: Condenar enérgicamente las políticas de persecución, represión y exterminio de los pueblos y comunidades indígenas de la Amazonía Peruana.
SEGUNDO: Expresar nuestro repudio e indignación ante los hechos crueles e inhumanos ocurridos en la selva peruana.
TERCERO: Exigir que se respete el derecho a la vida de los hermanos que siguen en pie de lucha en su territorio, víctimas del hostigamiento por parte del gobierno de Alan García.
CUARTO: Rechazar la posición de los medios de comunicación peruanos que se hacen eco de las declaraciones racistas de Alan García.
QUINTO: Rechazar las causas que dieron origen a estos actos genocidas en contra de los pueblos indígenas que se fundamentan en los intereses del capitalismo.”
Este oprobio abiertamente intervencionista, pendenciero pero sobre todo subversivo, es el acuerdo de la Asamblea Nacional (Congreso) de Venezuela fechado el 9 de junio. Ahora, si los peruanos somos tan infelices que dejamos pasar así nomás este tropelía sin repudiarla de manera escandalosa, entonces bien merecemos el camino al infierno que tiene trazado el impresentable Chávez para nuestro país. De Relaciones Exteriores no esperamos nada, no obstante que cualquier nación con un mínimo de amor propio hubiera puesto el grito en el cielo, cuando no roto relaciones con una república tiránica como Venezuela que invoca al caos en nuestro país y “rechaza la posición de los medios de comunicación” del Perú. Pero que la sociedad peruana permanezca callada sí es un insulto al patriotismo y a la tradición de peruanidad que hemos heredado. Por lo menos EXPRESO no guardará silencio ante las amenazas del infeliz Hugo Chávez.
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